Los eventos tromboembólicos venosos agudos son una causa importante de morbimortalidad. Los filtros de vena cava inferior (FVCI) se desarrollaron como una opción para pacientes con eventos tromboembólicos de extremidades inferiores. Se instalan por vía percutánea y los primeros modelos se inventaron en los años 1970s; desde 1990 se desarrollaron modelos extraíbles por vía percutánea.
En 1998 se publicó el estudio PREPIC, que mostró una disminución de los tromboembolismos pulmonares (TEP) en pacientes con trombosis venosa profunda (TVP) de extremidades inferiores que recibieron FVCI y anticoagulación; no mostró una reducción de la mortalidad. En 2005 se publicó el estudio PREPIC2, que no demostró utilidad de los FVCI en disminuir la recurrencia de TEP sintomáticos ni la mortalidad.
Luego de los resultados de los estudios PREPIC y PREPIC2 ha existido un largo debate sobre cuáles pacientes se benefician del uso de FVCI. Varias sociedades profesionales han publicado recomendaciones al respecto, las que podrían resumirse en lo siguiente:
Existen otras indicaciones en las cuales las sociedades profesionales tienen menor consenso debido a que no existe evidencia científica categórica para pronunciarse al respecto:
Varias categorías han sido propuestas para esta indicación (politrauma, cirugía bariátrica, trauma raquimedular, etc.). Es importante destacar que a pesar del amplio uso profiláctico de FVCI, existe importante evidencia que muestra su inutilidad y en algunos casos un aumento de la morbimortalidad.
Se ha reportado que el retiro de FVCI alcanza apenas el 30% en Estados Unidos, lo que ha llevado incluso a la Food and Drug Administration (FDA) a expresar su preocupación por esta reducida cifra.
Appropriate Use of Inferior Vena Cava Filters – American College of Cardiology
Inferior Vena Cava Filters: Guidelines, Best Practice, and Expanding Indications